El 14 de marzo de 1879 en Ulm, Alemania nació Albert Einstein; durante los últimos 100 años de él se ha escrito, grabado, videograbado, filmado, fotografiado y webizado (de izar páginas web, digo) un sin fin de materiales científicos y no tanto.
El pasado 6 de marzo tuve la oportunidad de ver la película titulada “insignificancia” del director Nicolas Riceg; en ella presenta, una extraordinaria fantasia; la “actriz” interpretada por Theresa Russell, acude a una habitación de hotel donde el “profesor” Michael Emill, escribe por quinta vez la teoría de la relatividad.
El objetivo de ella es convencer al profesor de acostarse con ella, incluso comenta que de haberlo conocido antes no habría sido el tercero de su lista de hombres interesantes. Para convencerlo ella asiste preparada con un arma que él no podrá resistir: un paquete en el que ha incluido lámparas de mano, globos, autos y trenes de juguete entre otras cosas y se dispone a explicarle al “profesor” la teoría de la relatividad. A mi gusto una de las mejores explicaciones que cualquier divulgador le gustaría haber dado o recibido. ¿Pueden imaginarlo? La sensual Marylin Monroe en uno de sus vestidos súper escotados jugando en el piso con artículos caseros explicando como la velocidad de la luz sería la misma independientemente de la velocidad del cuerpo que la estuviera emitiendo, o del cómo se formaría una esfera luminosa con dos centros.
En la película también podemos apreciar al celoso “beisbolista” seguramente Joe Dimaggio; enfadado de que para poder ver a su esposa tiene que acudir al Cine o comprar revistas del espectáculo para poder verla en ropa interior; y frustra los planes de la actriz haciendo que el profesor cambie de habitación. El Beisbolista interactúa con algún agente de seguridad del los Estados Unidos quien pretende confiscar el material de Einstein alegando que puede ser peligroso.
Podemos ver en algunas escenas intercaladas parte de la historia de Albert Einstein y Norma Jean Mortenson (Marylin para los cuates); del como ella llegó al “estrellato” y como el profesor vive atormentado por no haber evitado el uso de la Bomba Atómica.
Dudo mucho que alguna vez Marylin conociera a Einstein ya casada con Dimaggio, ya que ellos se casaron en enero del 1954, Einstein murió en abril del 1955, y para 1950 Einstein casi no se dedicaba a la teoría de la relatividad sino a la “gran unificación” y escribía el libro titulado “En mis últimos años”.
No sé si el canal 22 la trasmitiera en el aniversario de su nacimiento pero si alguien tiene la oportunidad de verla LA RECOMIENDO.
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