El nombre Pecha Kucha deriva de un término japonés que imita el sonido de una conversación ("chit-chat").
Pecha Kucha (pronunciado pe-chak-cha) comenzó en Tokio, como un evento dedicado al diseño que sirviese de promoción para atraer más gente a SuperDeluxe, el espacio multimedia experimental que habían establecido en Roppongi.
La idea fundamental de Pecha Kucha es permitir compartir las ideas de diversos presentadores durante una noche, manteniendo un nivel de interés y atención alto mediante presentaciones muy concisas. Para ello se creó el formato 20×20 de Pecha Kucha: a cada presentador se le permite usar 20 imágenes o diapositivas, cada una de de las cuales es mostrada durante 20 s. En total, cada presentación transcurre durante 6 min y 40 s, tras lo cual se hace una breve pausa y el siguiente presentador sube al escenario. Cada evento consta normalmente de 14 presentaciones.
Este formato de exposición se usa como instrumento para llevar a cabo presentaciones de duración limitada: fuerza al presentador a concentrarse en el mensaje, le permite una actuación ininterrumpida, y evita el tedio y aburrimiento que suelen causar las largas presentaciones basadas en diapositivas a los asistentes