En ese proceso, incluido el ejercicio de agacharme y respirar varió un poco la oxigenación de mis venas, cambió la presión arterial e incluso el ritmo cardíaco se aceleró un poco y luego se normalizó. En el último año el oxígeno ha estado en boca de todos, mucho más que en los últimos 2,500 millones de años desde que los primeros seres vivos lo empezaron a respirar en nuestro planeta, el único al que hemos conocido con vida, a pesar de todo los que nos hemos esforzado y lo mínimo que ha sido comparado tan solo con el tamaño de nuestro sistema solar. ¿Seremos algún día una especie interplanetaria como dice Musk o una intergaláctica como lo imaginó Roddenberry?
El 20 de abril algunos saltamos emocionados, otros sorprendidos pero la gran mayoría ni se enteró que el famoso robot Perseverance por medio de su Moxie (Mars Oxygen In-Situ-Resource-Utilization Experiment) logró obtener oxígeno respirable en la superficie Marciana mientras fotografiaba y grababa los vuelos del Ingenuity.
La buena noticia es que el Experimento Marciano de Utilización de Fuentes de Oxígeno In-situ logró generar lo suficiente para que un astronauta pudiera respirar 10 minutos en ese planeta, lo que podría ser una mala noticia es descubrir que requirió de 2 horas para obtener esos 10 minutos o 5.4 gramos del gas, digo “podría ser” pues en realidad el pensamiento científico sólo puede interpretarlo como un paso más en el perfeccionamiento del Moxie o hacia la construcción de una máquina de mayor dimensión y capacidad, una esperanza, una luz en la ruta para habitar el vecino planeta rojo.
El oxígeno, del griego “ácido” y que en su estado sólido es rojo, una vez más protagoniza un hito en la historia de la ciencia y la técnica; su descubrimiento la hizo de cuna para el nacimiento de una ciencia en el siglo XVIII, la hija más famosa y mayor de la Alkimia: La Química, la única de las ciencia del que solo tengo un par de registros de algún político decir que es innecesaria o que cualquiera podría hacer ese trabajo.
El Oxígeno fue bautizado en 1777 por el francés Antoine Lavoisier, considerado el padre de la química, también trabajaba en recaudación de impuestos para el reino justo a la mitad de la revolución francesa, fue ejecutado en la guillotina el 8 de mayo de 1794 por la primera república de ese país, tenía 50 años; a los 33, Lavoisier participó en una de las historia más emocionantes de la ciencia, el descubrimiento casi simultaneo de esa sustancia que parecía primordial.
Carl Wilhelm Scheele y Joseph Priestley parecían haber descubierto el Oxígeno de manera independiente pero en ese orden, fue Antoine Laurent Lavoisier quien confirmó que su bautizado era un elemento, hecho que replanteó la organización de la tabla conocida y sirvió de referencia para la clasificación del resto de elementos hasta 1961 que el Carbono lo sustituyó. Esta emocionante historia más unos tintes dramáticos y licencias literarias fueron llevadas al teatro de divulgación en la obra Oxigeno, escrita por el premio Nobel de Química Roald Hoffmann y el divulgador de la ciencia venido a químico Carl Djerassi, con motivo del centenario de dicho premio.
Es curioso que el oxígeno existiendo en el aire de forma natural sea perverso en conversaciones e ideas del calentamiento global, y pervertido en tanques para las clínicas, hospitales, alpinistas y fumadores. Un día festejamos que un robot produce oxígeno respirable en Marte y dos días después pedimos un respiro para la tierra en el día del planeta.
Publicado en Ciencia y Cultura por PeriodicoYA , el 16 de mayo de 2021